
Aveces siento no pertenecer al mundo, siento que no etiendo nada, no etiendo el odio, el amor, el cariño... entonces creo mi propio mundo, en ese que sólo existe el hielo, el frio, el pasto verde, el mooh, las rocas volcanicas, la arena negra, las termas naturales, el mar, la aurora y el sol que se asoma un par de veces al año... donde cada momento tiene una canción, donde sólo existimos nosotros, sí, yo y ustedes... es allí donde somos quienes somos y nos sentimos felices, lejos de lo superficial, lejos de la modernidad, lejos de los humanos hordinarios, lejos, muy lejos, en una isla apartada del mundo común... pero, después recuerdo que no tengo por qué entender, que cuando yo quiera ese mundo estará para mi... ahí para que pueda escapar, para que pueda correr, saltar, vivir... sólo necesito tomar mis audifonos, ponerlos sobre mis oidos, cerrar los ojos y sentir... y cuando siento sé que no estoy muerto.